


Amigos y compañeros se han dirigido a nosotros felicitándonos por la espectacularidad de la solución y por conseguir su materialización. Pero creemos que no se trata de eso. Ni hemos querido, ni hubiéramos podido imponer nuestra voluntad. Si se está construyendo no es porque sea “espectacular”. Es porque hemos conseguido convencer a todas las partes de que era una solución que responde a sus distintas aspiraciones e intereses. Una solución razonable y no convencional a un problema poco convencional.
Había, por ejemplo, dificultades técnicas en la interferencia de la cimentación de los pilares de la marquesina con los depósitos de combustibles, justo debajo, que permitían empezar a barajar esta solución. Era una oportunidad a explorar y valorar en el proyecto. Por otro lado, las oficinas de la gasolinera estarían mucho mejor elevadas para no ocupar el pequeño solar de la misma y dejar espacio en planta baja a la circulación de vehículos, solución ésta propuesta por la propiedad y que nosotros recogimos e integramos en la estrategia global del edificio. Los proyectos los entendemos siempre como soluciones a problemas. Problemas grandes permiten explorar soluciones atrevidas. Este volumen volado del edificio sobre la estación de servicio, junto a un volumen vacío que desde la parcela de la gasolinera penetra en el volumen de oficinas sobre la marquesina, consigue mezclar, disolver los límites entre ésta y el edificio de oficinas. Gracias a estos deslizamientos de llenos y vacíos entre los dos usos se consigue la integración completa de ambos a pesar de que seguirán siendo legalmente dos parcelas con usos y propiedades distintas (que, obviamente comparten un solo edificio).
Convencidos de nuestra responsabilidad social que incluye, coherentemente con nuestra trayectoria, la preocupación por la sostenibilidad, libres de la hipocresía políticamente correcta que cree que evitando la visión o existencia de las todavía (por desgracia) necesarias gasolineras se mejora algo la emisión de CO2, cansados de ver los fracasos en la integración urbana de usos como estos, conscientes de que las ciudades, lejos del zoning de los 60, deben mezclar con coherencia usos distintos para ser funcionales y sostenibles, la propuesta interpreta literalmente uno de los objetivos del PGOU recogido en la ficha urbanística de estas parcelas: "Reordenación de la manzana (...) con integración de la estación de suministros de carburantes.". Sinceramente pensamos que todas las partes han salido ganando. La gasolinera con una configuración urbana que la hace viable, las oficinas con un uso anexo que por su cuidada integración, lejos de restarle valor, le proporciona una singularidad muy competitiva. Y especialmente la ciudad, que en vez de una gasolinera obsoleta como puerta de un barrio como el Plantinar, tiene una "alegre portada", un optimista edificio multifunción que además plantea una solución urbana.
El edificio, primero en Andalucía que ha obtenido clasificación "A" en eficiencia energética (ver anteriores entradas), repara una mella en la fachada de Ramón y Cajal, pero no pretende ocultar completamente el barrio del Plantinar por “no estar a la altura” de los nuevos edificios que como él mismo están apareciendo por la zona. Lejos de eso quiere ser una nueva e interesante puerta a este barrio que anime a su necesaria rehabilitación. Los nuevos límites de las parcelas definidas por el PGOU, separan acertadamente el volumen de la gasolinera del edificio que hace esquina con Av. Diego Martínez Barrios. Esta nueva ancha calle es una apertura que permite poner en relación el barrio con Ramón y Cajal. Además, gracias a la peculiar forma en L de los edificios que hacen esquina con esta avenida y la de S. Francisco Javier-Martínez Barrios, desde San Francisco Javier se puede observar nuestro edificio y el Plantinar. Nosotros colaboramos aún más con esto al evitar los pilares de la marquesina de la gasolinera y elevar la ocupación permitida de esta a un volumen colgado de la misma. Al eliminar estas interrupciones visuales, se consigue una gran transparencia por debajo de este volumen volado que permite incluso desde Ramón y Cajal poner en relación el edificio, el Plantinar y los nuevos edificios de Hoteles y Oficinas de la Av. Diego Martínez Barrios.
Por otro lado, el volumen de la cubierta que sobresale sobre los edificios del Plantinar, permite no sólo captar la energía solar sin que éstos les proyecten sombra, sino que parte de la radiación será reflejada hacia la estrecha calle Guadarrama, dándole más luminosidad. Confiamos en que esto, junto a la piel vegetal de nuestro edificio prevista como fachada a Guadarrama, colabore a cambiar las sensaciones en esta calle.


