

Este es el salón durante la obra.
Y abajo las cerchas que descargan pilares entre habitaciones.
La funcionalidad de esos espacios hace que algo de esa potencia se diluya con los acabados: en el caso del salón de congresos, la necesidad de aislamiento acústico nos llevó a montar dentro de esa estructura una caja completamente des-solidarizada, con el resultado que veis aquí.
Y la cercha de hormigón postesado se tuvo que alojar en las paredes entre habitaciones. Aunque algo dejamos aparecer en la zona de spa:
Sin embargo, los espacios en estructura serían en este caso pura decoración, ya que la arquitectura no puede quedarse en una imagen. Se necesita que esos espacios funcionen. En el salón se requería un aislamiento de 80 dB (ruido aéreo), para que se pudieran celebrar fiestas hasta altas horas de la noche sin perturbar a los clientes que pudieran estar durmiendo en las habitaciones (situadas arriba, en la misma estructura). La estructura vista sería el mejor medio de transmitir el ruido hasta las habitaciones.