martes, 30 de noviembre de 2010

Reflexiones en el CIBARQ 10. IV Congreso Intenacional de Arquitectura, Ciudad y Energía.

Mesa redonda: Representante de AST ingeniería, José Luis Vallejo, Iñaki Abalos, Thomas Herzog, Juan Manuel Rojas y Raúl Huitron. Foto Stepien y Barno

En octubre se clausuró el IV Congreso Internacional de Arquitectura, Ciudad y Energía, CIBARQ 10, en el que intervine en representación de Arquitectos Hombre de Piedra.

Ha sido un honor y algo muy enriquecedor profesionalmente compartir en Navarra tantos momentos de reflexión con tan destacados profesionales. Sobre todo por las interesantes y diferentes formas de entender nuestro compromiso profesional, social y medioambiental.

José Luis Vallejo hace unas presentaciones literalmente "impactantes". No te aburres. Lo social, lo cultural, lo medioambiental, lo lúdico-participativo se entremezclan de manera informal pero con coherencia.

Iñaki Ábalos, tituló su ponencia de forma preclara, "Belleza Termodinámica". No hay que pensar que las exigencias mediombientales que tienen que satisfacer ahora los edificios, son un mundo de limitaciones. En realidad, son un mundo de posibilidades nuevas a explorar que poseen una gran potencialidad. Tengo admiración por el trabajo de Iñaki. Varios libros y monografías suyos son de consulta frecuente en nuestro estudio. Me gusta su escepticismo de lenguajes presentes y pasados, y comparto su idea de buscar en las necesidades programáticas y en los medios de producción industriales una de las claves de las intervenciones. Ha sido un placer conocerlo personalmente.

Durante muchos años, asistir a los congresos y eventos de arquitectura sostenible, era bastante descorazonador. Presentábamos nuestras propuestas convencidos de que había que mirar más bien al futuro que al pasado. Nuestra arquitectura apuesta por la industria para aportar soluciones generales (aplicables a edificios y promociones “convencionales”), desconfiando de soluciones tradicionales que dependen de una mano de obra experta que ya no existe de forma general. Pero el "paradigma" de la arquitectura sostenible en esos eventos era una casa de aspecto tirolés construida en barro (en paja o en cáñamo) rematadas, a cascoporro, con paneles solares.

Por tanto, me alegra este acercamiento tan profundo de figuras consagradas de la arquitectura y la docencia como Iñaki. Es como si esta actitud, el compromiso con la sostenibilidad, empezara a ser mayor de edad. Nadie puede ya pensar que podemos ignorarla. Y muchos pensamos que esto no representa inconveniente alguno, sino todo lo contrario, para hacer buena arquitectura.

Thomas Herzog suscitó una tremenda expectación y reverencia entre todos los asistentes y ponentes del congreso por ser uno de los padres de la arquitectura sostenible en Europa. Recordemos que fue autor de la Carta Europea sobre Energía Solar. Su ponencia fue una lección de sentido común y arquitectura. Pero, al conocerlo personalmente, lo que impresiona es su vitalidad y sentido del humor que contrasta con la veteranía y seriedad que transmite sobre el estrado. No somos tan tontos como para creernos a su altura al compartir un evento como este. Y sin embargo fue muy generoso en la valoración de nuestro trabajo, por lo que estamos muy agradecidos.

Raúl Huitrón, desde México, nos trajo una arquitectura fresca y comprometida en la solución de problemas reales de la gente. Fue el único, junto conmigo, que habló de “dinero”. Parece que en sostenibilidad está mal visto hablar del “vil metal”. Pero es necesaria la sostenibilidad económica de las estrategias medioambientales si no, no van a ningún lado. Y Raúl nos demostró como estrategias medioambientales pueden ser, no necesariamente complejísimas y costosas, sino imaginativas y económicas. Y por supuesto, al ahorrar energía, son también amortizables a medio plazo.

Por mi parte, pienso que el título de una ponencia tiene que tener algo de provocador. Al titularla “La Potencia de lo Objetivo” quise distanciarme de la moda intelectual imperante, sobre todo en círculos académicos, que prefiere hablar siempre de las bondades y posibilidades de lo subjetivo. Pienso que para resolver problemas graves que nos afectan a todos, es necesario hacer un esfuerzo de objetividad. Hay quien piensa, como consecuencia de esta visión académica y políticamente correcta, que la sostenibilidad o el calentamiento global son simplemente una opinión de científicos, un nuevo consenso social, un nuevo “paradigma”. Por tanto tiene una base irracional (T. Kuhn). Si pensamos así, nunca seremos capaces de comprometernos tan seriamente como se necesita en la solución de los problemas. Nuestras obras, mostradas con cierto detalle en la ponencia, son la expresión de esta filosofía.

En este sentido, fue muy acertada una de las ideas que el director del congreso Florencio Manteca se encargó de subrayar: “Aquí estamos para difundir conocimiento no opiniones”.

Aprovecho para agradecer a Florencio la extraordinaria organización del evento tanto en lo profesional como en lo personal. Nos permitió estar dos días, aprendiendo, charlando, disfrutando y viviendo en esa preciosa ciudad que es Pamplona.